Psicología Positiva, la ciencia de la Felicidad
Durante décadas, la Psicología ha centrado su foco de atención en el sufrimiento humano, en aquello que hace a las personas enfermar, y en el consiguiente desarrollo de técnicas, estrategias y tratamientos que han resultado muy eficaces para combatir estas enfermedades y el malestar que acarrean. Tanto, que el Tratamiento Psicológico se ha convertido en el tratamiento de primera elección en muchos de estos trastornos. Sin embargo, este foco en lo negativo (necesario en ocasiones, por otra parte), ha traído consigo la indeseada pero certera sensación para nuestros pacientes de ser “seres rotos”, personas que están mal o funcionan mal, con todo el malestar psicológico añadido que esto conlleva. Movidos por el deseo de “arreglar”, de reparar lo que está mal, los psicólogos nos hemos olvidado de todo lo demás, perdiendo de vista lo mucho que aún funciona bien en ellos.
En los últimos años, sin embargo, y gracias a psicólogos como Martin Seligman y Mihail Csikszentmihalyi, se ha desarrollado un interés creciente por conocer aquellos aspectos que hacen a las personas altamente eficientes, aquéllos que les conducen a tener mayores niveles de satisfacción en sus vidas, un funcionamiento óptimo y, en definitiva una vida feliz. Se trata de la Psicología Positiva, una corriente de la psicología que estudia científicamente fenómenos como la alegría, el entusiasmo, el optimismo, el amor, la amabilidad, la gratitud, la amistad o la risa, fenómenos y fortalezas personales que reflejan estados positivos del comportamiento y que conducen a un mayor bienestar psicológico. El impacto de esta corriente no se queda exclusivamente en el ámbito clínico y de la salud, sino que se expande al contexto educativo, el deporte, el crecimiento personal o el mundo del trabajo y las organizaciones, donde cada vez se aplican más y mejores programas e intervenciones tanto a nivel individual como grupal orientadas a potenciar las fortalezas personales para desarrollar ambientes y personas mas felices.
Y es que la Psicología Positiva y su ámbito de estudio, la Felicidad, están de moda. Basta con fijarse en la multiplicación anual de publicaciones científicas, congresos, asociaciones profesionales, etc. en torno a este tema. Y esto se debe, en gran parte, a que los psicólogos hemos sido capaces de ver más allá de la vulnerabilidad, de trascender las debilidades, de recordarnos a nosotros mismos y a nuestros pacientes que a pesar de nuestra fragilidad como seres humanos, todos nosotros tenemos cualidades y fortalezas personales que podemos usar para lograr una vida mejor.